A la Comunidad de Carmelitas Descalzos de Úbeda y en memoria de San Juan de la Cruz, inspirada en su obra "Cántico Espiritual".
DESCRIPCIÓN
Tomando la tradicional forma ternaria de marcha fúnebre decimonónica (A-B-A) el autor despliega su toda una sinfonía lúgubre cargada de simbolismo Sanjuanista por cada una de sus secciones.
Encargo de la Comunidad de Carmelitas Descalzos de Úbeda, “La música callada” toma su título de los versos de Fray Juan de la Cruz escritos en su “Cántico espiritual”, motor inspirador de la obra como le solicitan al compositor ubetense. La intención del autor es desplegar, como es habitual en su catálogo, una obra de robusta estructura en la que va insertando distintos elementos que apelan a la mística del fraile abulense, de forma que las secciones más cargadas de fantasía, tanto armónica como melódica, hacen de bisagra entre las grandes secciones de la misma, haciendo de esta obra un mensaje nítido pero a la vez cargado de hondo contenido espiritual, emocional y religioso.
La introducción presenta todos los elementos que se desarrollarán a lo largo de la obra, mientras que el tema principal, de un marcado carácter dramático se desarrolla en una instrumentación que va en crescendo hasta desencadenar en la cadencia que nos llevará al trío. El trío refleja la otra cara de la moneda, y aunque de un cargado contenido espiritual a través de las armonías utilizadas, representa una música que pretende evocar los textos bucólicos de Fray Juan. La obra culmina con la repetición del tema principal y una breve pero sencilla coda, donde se van repitiendo elementos que representan el número tres de las tres vías místicas representadas en la obra de San Juan de la Cruz.
[…] La noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.