A la Real Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén y María Santísima del Amor de Úbeda.
DESCRIPCIÓN
María (Evocación del Domingo de Ramos en Úbeda), está construida con una sólida estructura que reviste de sencillez todo el complejo entramado armónico. Recursos como la armonía impresionista al modo de los franceses de finales del XIX, minimalismo o modalismo, son utilizados con la intención de crear distintos ambientes y estados de ánimo en una página musical escueta y concisa.
En la introducción de la obra se presenta uno de los motivos más característicos de la marcha, que luego será reutilizado dotándolo de todo su significado. La introducción es un magnífico hilo argumental: música sosegada y tranquila, llena de paz que nos traslada a la mañana del Domingo de Ramos. Todo esto se desarrolla rápidamente en un crescendo hasta que por fin alcanza el clímax con la entrada de la percusión y los metales, comienza el primer tema. Quizás la sección más sencilla y directa de la marcha, pero con un gran significado, es sin duda la transmutación sonora de la alegría del Domingo de Ramos. La segunda sección es sin duda de una novedad armónica y melódica inaudita, donde la tonalidad está casi disuelta y la música navega a través de una nebulosa armónica nunca antes escuchada en el mundo de la música procesional; el objetivo es claro, crear una sensación de nostalgia ambigua al oyente donde tendrá que buscarse a sí mismo, en sus recuerdos, para poder encontrar significado a esta música. De nuevo aparece la primera sección, la cofradía sale a la calle por las Puertas de la Trinidad y la marcha nos lo anuncia. Finalmente, la última sección de la marcha, la que comúnmente se conoce como trío es una semblanza costumbrista de la cofradía en la calle, una melodía ensoñadora revestida de una armonía absolutamente nacionalista nos despliega la bucólica escena como si de una foto en blanco y negro nos enseñara a la cofradía del Domingo de Ramos ubetense despedirse de nosotros bajando la Corredera, como si el tiempo se hubiera detenido para nosotros y fuéramos protagonistas de tan envidiable estampa.